miércoles, 14 de abril de 2010

Yo y tú: un texto de M. Buber

  1. Relaciona el siguiente texto de Buber con la lectura del apartado del libro de Gaevert, La antropologia dialógica o intersubjetiva de M. Buber.
Para el hombre el mundo tiene dos aspectos, en conformidad con su propia doble actitud ante él. La actitud del hombre es doble en conformidad con la dualidad de las palabras fundamentales que pronuncia.
Las palabras fundamentales del lenguaje no son vocablos aislados, sino pares de vocablos.
Una de estas palabras primordiales es el par de vocablos Yo-Tú.
La otra palabra primordial es el par Yo-Ello, en el que Él o Ella pueden reemplazar a Ello. De ahí que también el Yo del hombre sea doble. Pues el Yo de la palabra primordial Yo-Tú es distinto del Yo de la palabra primordial Yo-Ello.
Las palabras primordiales no significan cosas, sino que indican relaciones. Las palabras primordiales no expresan algo que pudiera existir independientemente de ellas, sino que, una vez dichas, dan lugar a la existencia.  Esas palabras primordiales son pronunciadas desde el Ser. Cuando se dice Tú, se dice al mismo tiempo el Yo del par verbal Yo-Tú. Cuando se dice Ello, se dice al mismo tiempo el Yo del par verbal Yo-Ello.
La palabra primordial Yo-Tú sólo puede ser pronunciada por el Ser entero. La palabra primordial Yo-Ello jamás puede ser pronunciada por el Ser entero. No hay Yo en sí, sino solamente el Yo de la palabra primordial Yo-Tú y el Yo de la palabra primordial Yo-Ello. Cuando el hombre dice Yo, quiere decir uno de los dos. El Yo al que se refiere está presente cuando dice Yo. También cuando dice Tú o Ello, está presente el Yo de una u otra de las palabras primordiales. Ser Yo y decir Yo son una sola y misma cosa. Decir Yo y decir una de las palabras primordiales son lo mismo. Quien pronuncia una de las palabras primordiales penetra en esta palabra y se instala en ella.
(Martín Buber: Yo y Tú
Traducción de Horacio Crespo. Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1969 Selección por Enrique Eskenazi)

7 comentarios:

  1. ¿Cuándo Buber hace referencia a "el Ser", ¿habla de Dios?. ¿Y por qué dice: "Cuando el hombre dice Yo, quiere decir uno de los dos"? Primero dice: "La palabra primordial Yo-Tú sólo puede ser pronunciada por el Ser entero" luego pienso que el hombre cuando dice Yo, será en referencia a Yo-Ello (El, Ella, Ello). Una explicación, pero como para un Yo de 15 años. Gracias.

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  2. Amplío con páginas y libros de internet y de la biblioteca y parece que de esta forma puedes ir más allá, pero aun así, es un poco difícil. Seguiré investigando y leyendo.

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  3. En la lectura del libro de Gaevert, podemos encontrar ideas aclaratorias sobre este texto. Hay que pensar en la importancia del lenguaje en la constitución de las cosas: decir yo se puede decir de dos maneras. En el decir del yo relativo al tu o relativo al Ello, es decir, el otro o el mundo. Pero no es posible referirse al yo (como hace la tradición filosófica moderna) de modo aislado e independiente. El Ser entero es la realidad primera, la realidad radical. Antes que yo-mundo, soy yo-otro, soy yo-tu. Soy identidad porque soy alteridad. LO veremos en la clase de hoy.

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  4. Sobre el texto de José Ortega y Gasset ,"La Rebelión de las Masas", del 05/05/2010:
    No nos planteamos las cosas, cómo son, por qué son; por regla general preferimos que nos las den hechas, incapaces, por el tecnologicismo, de cuestionarnos nada: "así son las cosas y así se las hemos contado" que decía E. Sáez de Buruaga como puntilla a sus telediarios en Antena 3.
    Más actualmente, los niños sólo quieren lo mejor para sí: papá y mamá son incapaces de decir "no"; los jóvenes buscan el placer rápido; más mayorcitos, sólo queremos la Harley o el descapotable. Satisfacción ególatra. Todo son derechos sin apenas obligaciones.
    Y como nadie me pone límites, o no los quiero ver (son muy "blanditos", como una especie de paternalismo bondadoso) para evitar sufrir más de la cuenta, soy incapaz de tener presente en mí los derechos del otro: no me doy cuenta del sujeto que tengo enfrente. Soy yo y nadie más, yo primero, incapaz de ceder el paso en el ascensor, o el asiento en la guagua...

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  5. Bien, Antonio. Creo que de algún modo reflejas a mod de intuiciones lo que Ortega define como hombre-masa. Habría que decir, que el hombre-masa ha exisitido en todas las épocas. Lo peculiar de nuestra época es su predominio, y el derecho predominar. El niño mimado es una de las expresiones para referirnos a este tipo de humanidad que fomenta la sociedad moderna industrializada. Ortega utiliza otros: el señorito satisfecho, o el bárbaro especialista. Este último le llama mucho la atención, y le parece que es el tipo más peligroso. El bárbaro especialista es el hombre de ciencia, el que sabe "mucho" de "poco". En cualquier caso, lo más destacable para nuestro tema es su "indiferencia" ante el otro. Por eso los regímenes totalitarios son propios de hombres-masa: no hay necesidad de dar ni pedir razones, no hay necesidad del otro.

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  6. Ciertamente es muy de temer ese bárbaro especialista: conoce perfectamente su trabajo, lo que tiene que hacer, pero no sale de ahí, no tiene visión del resto, del conjunto, pero no le importa hablar o alardear, hacerse el listo de lo que no sabe. Levantas una piedra y salen montones de este tipo...

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  7. Además, somos así, nos cuesta más decir que NO SABEMOS, admitir nuestras limitaciones y tan amigos, que tirarnos al ruedo y que encima nos coja el toro, por falta de humildad...

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