Casi sin darnos cuenta hemos llegado al final. Nos queda mucho temario en el tintero, pero las circunstancias de este curso han sido las que han sido. Para la última clase del miércoles 9 de Junio se trata de traer leído y esquematizado el tema dedicado a la afectividad. Cada uno hará una exposición de las ideas básicas del capítulo, así como la aclaración o comentario de ideas.En una segunda parte de la clase, la dedicaremos a aclarar dudas sobre el trabajo de final de curso (comentario de obra o de tema). Buen trabajo.
He aquí algunas cuestiones que pueden servir de orientación para la lectura:
- Resume las cuatro notas constitutivas del afecto: a)carácter pasivo y activo; b)carácter intencional; c) carácter proposicional; y d)carácter corporal.
- Expón de modo esquemático las reflexiones paradigmáticas que se han dado a lo largo de la historia de la filosofía sobre el tema de las pasiones y la afectividad: Platón, Aristóteles, Estoicismo (filosofía griega); Descartes, Spinoza (filosofía moderna); Heidegger (filosofía contemporánea).
- Señala las vinculaciones fundamentales entre la afectividad y el amor.
a) Carácter pasivo y activo.
ResponderEliminarSomos afectados, por las circunstancias o las situaciones en las que nos hallamos.
Origen en pathos (crear un sentimiento patético para influir) o passio (afecto del ánimo).
Situaciones:
i. Endógenas (dentro de la persona).
ii. Exógenas (circunstancias externas).
Se pueden transformar en estímulos, motivaciones.. doble carácter pasivo-activo:
Afectos pasivos o sentimientos: soy ser receptivo, tengo sensaciones (Kant: representación objetiva de los sentidos) atribuido a mi facultad cognitiva.
El sentimiento es subjetivo, frente a la sensación que es objetiva, y tiene tres características propias:
Llega más al "alma", se interioriza más, nos conmueve.
Nos afecta totalmente, nos sobrecoge.
Carácter autónomo y de cierta irracional (consecución de algo que queremos por todos los medios).
Afectos activos o deseos: apetito, tendencia, anhelo, pulsión, con carácter de autorrealización, desde lo más bajo hasta lo más sublime. Es motor humano, por debajo incluso de la razón y la voluntad, que se alimentan de él. Responde a un fin, es espontáneo y activo.
b) Carácter intencional.
Usamos los afectos como medio para un fin. Pueden llenarlo todo lo que nos rodea (en la familia por ejemplo).
c) Carácter proposicional.
Podemos usar el lenguaje para referirnos a ellos, para lo bueno y lo malo. Esto nos indica su carácter racional, juicios valorativos frente a los sentimientos que son inmediatos.
d) Carácter corporal.
Mi cuerpo expresa los sentimientos, habla cuando me estremezco o ruborizo, cuando es expresión subjetiva de ellos. Pero también cuando es objetiva. Esta doble posibilidad de describir el afecto (propio o ajeno), hace que distingamos dos puntos de vista, desde el que ve objetivamente lo subjetivo (tercera persona) y desde la subjetividad (primera persona). Lo observable en el segundo caso no tiene que coincidir con lo observable exteriormente (la procesión va por dentro, el disimulo) y además el afecto influye (para bien o para mal) en la descripción. En este punto el ambiente cultural condiciona, así un muchacho educado en la fe, tendrá diferentes sensaciones que uno que no lo ha sido, en Semana Santa, por ejemplo.
a) Grecia: pasiones y razón.
ResponderEliminarAlma ligada al cuerpo que padece la experiencia de éste. Racionalidad, irracionalidad y afecto, este último aspecto, definido por la experiencia (el disgusto, la indignación). Y para equilibrarlas, la razón, como directora, manda sobre las otras, armonizando el conjunto, pero sin anular a ninguna (Platón).
Moderación para armonizar los afectos y los distintos aspectos del alma. Educación moral par hacer lo que está bien (Aristóteles).
Hasta que el hombre no llega al uso completo de la razón, después de la niñez, somos como animalitos que por instinto buscan satisfacción. Con la razón se produce un cambio cualitativo y el hombre se abre a la moralidad. Si es algo es malo no será deseable y al revés. La pasión (pathos) es una opinión irracional y por tanto debe ser eliminada para que no turbe el ánimo. Liberados, consiguen la felicidad a través de la impasibilidad, ni siento ni padezco (ataraxia: ausencia de turbación). (Estoicos).
b)Modernidad: conexión entre cuerpo y alma.
Descartes: res extensa (cuerpo) y res cogitans (alma). Las pasiones son causadas en el alma por el cuerpo y por ello son percepciones. El alma es pasiva. La misión de las pasiones es conectar el sistema nervioso y la moral del control de los afectos (enfoque conductista).
Dos aspectos:
i. fisiológicos (relación con procesos corporales)
ii. psicológicos (fenómenos mentales)
Spinoza: una única sustancia con muchos atributos pero sólo dos conocidos: pensamiento y extensión (discípulo de Descartes pero con enfoque monista). Enfoque naturalista.
El afecto es una acción y una pasión. Apetito, la esencia del hombre por ser consciente, cuando se unen mente y cuerpo (deseo) y voluntad cuando sólo afecta al alma.
c) Heidegger: la disposición afectiva como modo de ser y de estar abierto.
Ya Husserl en su fenomenología plantó la mirada en la afectividad como un elemento más para conocer como se nos muestra el mundo, como las vivencias afectan a nuestra percepción. Pero es Heidegger, el filósofo, en Ser y tiempo quien le proporciona pasaporte o DNI.
La disposición afectiva del hombre como ser-ahí abierto al ser, al mundo. La afectividad es abrirse, apertura a los demás y a lo que me rodea activa, como habiendo de ser, y pasiva, de recepción de los afectos, como habiendo de padecer. Carácter ontológico.
El afecto es cercanía, contacto, las cosas de por sí tienen un valor emotivo. Le da carácter cognitivo previo al conocimiento. Mis elecciones sobre lo que hago o no están determinadas por el carácter que éstas tengan: si me gustan, si me van o si no me van. Intencionalidad(posibilidad de dirigirse hacia...).
El encuentro con los otros y las cosas tiene, para mi, dos aspectos: con lo que me gusta y lo que no; pero todo lo que me llega, lo que recibo (bueno o malo) tiene la capacidad de producir en mi emoción (agrado o repulsa). Y por ello no me aíslo, necesito el mundo y a los otros.
Buenas vacaciones
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